lunes, 5 de enero de 2009
Seres Especiales...
En la memoria de los venezolanos, quedaron plasmadas las imágenes de de aquel 15 y 16de Diciembre, previo a las elecciones. Cuando sin aviso, las lluvias torrenciales que cayeron en el Estado vargas, y más específicamente, en la ciudad de La Guaira, arrastraron consigo a un gran número de hombres, mujeres y niños, inocentes de su destino. Sepultados y desaparecidos eran lo mismo. Muchos fueron los huérfanos que quedaron en manos de desconocidos, y muchas las madres que jamás volverían a ver a sus hijos...
En aquel entonces, una nube gris se había posado sobre nuestras cabezas y dejábamos la televisión y la radio encendidas todo el día, porque no sabíamos si alguien de nuestros familiares y amigos, habían sido víctimas de esa catástrofe.
Pero así también les digo, que hubo un gran número de hombres y mujeres que pusieron en riesgo su vida para ayudar a sus vecinos, incluso a personas que les eran desconocidas, sólo por el simple hecho de "echar una mano" en un momento tan nefasto.
Puedo hablarles de mi amigo, el Señor Carlos. A quién, sin importarle que su casa se la había llevado la vaguada, con todos sus enseres, optó por ir en búsqueda y rescate de los que se hallaban tapiados ó sepultados debajo de las piedras que la lluvia había lanzado hacia la ciudad.
Él, cuenta, que mucho tiempo después, encontró por casualidad, en la ciudad de Barinas, a un niño que había rescatado del agua cuando la tragedia, pero no estaba con sus padres sino con otra familia que se lo había quedado después de aquéllo.
Al final, logró que ese niño volviera con sus padres biológicos.
Hoy en día, Carlos, está quebrantado de salud, Dios, lo mantiene entero y lúcido. Él, todavía recuerda como si fuera ayer, aquella experiencia.
Y así, van por la vida estos seres, fuera de lo común, llenando sus vidas de momentos de bondad y de ayuda desinteresada. Son personas que alimentan su espíritu que siempre está hambriento, dando de sí su esfuerzo y su vida. y Suena contradictorio pero, dan de sí todo lo que poseen, traducido en amor y reciben a cambio, la fuerza inagotable de Aquél que todo lo ve, para seguir su camino dejando trocitos de Pan a su paso.
Seamos pues, como Carlos. Un ser como tú y como yo, pero que a diferencia de nosotros él alimenta su cuerpo salvando al mundo con pequeñas-grandes acciones.
DEJA QUE TU SER, TU PARTE HUMANA, ACTÚE A TRAVÉS DE TÍ.
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